27.9.05

el fútbol chileno y el otro


No ocurre con frecuencia - el sábado en la tarde vi fútbol.
Recorriendo los canales llego de casualidad al comienzo de un partido francés. Y me gusta el fútbol francés, como me gusta el argentino, el brasilero ... me quedo mirándolo.
Y mientras veo pases en profundidad, centros a toda velocidad, constantes disparos desde fuera del área y jugadores muy diestros y técnicos, pero al mismo tiempo atléticos, me pregunto: ¿qué tienen los jugadores franceses que no tengan los chilenos?

¿Son productos de ingeniería genética? ¿Se alimentan de comida espacial? - No. Nada.
Mientras veo a los franceses disputar un balón con igual energía al minuto 80 que al 10 y atacar todo el partido vayan perdiendo o ganando, pienso y quiero convencerme que no tienen nada de especial, que nuestra falla en Chile es simplemente de organización.

No somos capaces de elaborar un plan y de continuarlo y seguirlo de manera seria por años hasta que empiece a dar resultados (que es, en el fondo, nuestro gran problema en general, no?)

Digo - ¿qué pasaría si en Chile se estableciera, para el fútbol profesional un test atlético mínimo que todo jugador debiera pasar, digamos ... cada tres meses, para poder renovar su "licencia de jugador de fútbol profesional"?

El tipo debe ser capaz de correr a cierta velocidad, durante cierto tiempo, de saltar cierta altura mínima, de chutar sin errores ... qué se yo, ya me entienden - una especie de test físico-futbolístico mínimo. ¿No lo pasa? - pues no juega por tres meses o hasta que recupere el nivel mínimo exigido.
La cosa es - o somos "profesionales", con criterios claros de exigencia mínima, o somos aficionados, sin estos criterios.

¿No sería una manera "fácil" de empezar a elevar el nivel competitivo de nuestros jugadores?
Claro, la idea es buena, pero ustedes y yo sabemos muy bien lo que pasaría a corto plazo. Claro que lo sabemos: no nacimos ayer.

Por eso, señores, esperemos siempre mediocridad en nuestro fútbol (a no ser por una que otra estrella ocasional) y cuando queramos ver buen fútbol ya sabemos a quienes tenemos que mirar. C'est la vie.

(dibujo - frank h.)

25.9.05

evolución del beso

El beso.

¿Cómo y por qué ha evolucionado el beso? ¿Cómo este gesto ha llegado ha convertirse en un signo social de afecto?

Una explicación evolutiva del beso debe incluir los significados biológicos que confieren al beso la principal característica de toda señal social: la autenticidad.

Primero - que quede claro que el beso no es monopolio humano - las descripciones detalladas de besos entre simios - gorilas, babunes y especialmente chimpanzés, son muy abundantes en la literatura científica. El beso, entre socios sexuales, es un gesto super común entre los simios.

Los humanos somos simios - que nos besemos está totalmente de acuerdo con las 'costumbres' de nuestro grupo biológico natural.

Bien, entonces, la pregunta es - ¿Por qué y cómo el beso ha llegado a ser una extendida señal de afecto entre los simios?
Los simios tenemos la mayor cantidad de sensores, de terminaciones nerviosas y la mayor capacidad de manejo "delicado" en dos partes de nuestro cuerpo: las manos y la boca, incluídos, por supuesto, los labios.

A ojos cerrados, nuestro tacto en las yemas de los dedos puede detectar y reconocer objetos muy complicados e incluso trabajar en ellos. La boca, la lengua y los labios son un aparato tan sensitivo que es capaz de detectar, aislar y expulsar un diminuto grano de arena mientras nos comemos una paella.
Esta alta capacidad de manejo o regulación delicada hace de las manos y la boca dos sistemas especializados en transmitir información tactil y motora muy específica e importante entre dos individuos.

El beso parece ser un mecanismo bastante sofisticado para testear varias cosas en otro individuo. Desde cosas básicas como olor y sabor (excelentes indicadores del estado de salud - sí, no se rían, una enorme cantidad de señales sociales están especificadas para "mostrar" nuestro estado de salud al resto ... ¿por qué creen que las mujeres prestan tanta atención al cabello?).

Volvamos al tema. Aparte de olor y sabor, ese delicado juego de labio contra labio, lenguas y succión con las mejillas, nos muestra con exactitud la disponibilidad del otro, cuánto en realidad nos afecta su cercanía y contacto y cuánto le afecta la nuestra al otro.
Es difícil mentir un beso. Bueno, uno es difícil mentirlo, pero no se puede mentir tan delicadamente durante días o semanas.

El beso sería un efectivo test social, para determinar la profundidad del efecto que alguien nos causa y que causamos a alguien. Nos entrega una boleta de la 'fuerza de la unión' o del 'nivel de afecto'.

Por lógica, el otro centro sensitivo, las manos, son también importantes en el proceso.
Es importante recordar que también en boca y manos están las "armas" agresivas de los simios: temibles caninos, incisivos y poderosos molares, además de manos que pueden empuñarse, blandir palos o arrojar piedras - todas éstas, cosas que los simios practican con asiduidad en sus contiendas.

Justamente - tocarse con delicadeza y besarse boca a boca es socialmente "rendir" nuestras armas a otro. El beso, empieza a aparecer entonces como señal general de pacificación, para pasar a ser sexual cuando es practicada por dos individuos que buscar poner "sus motores fisiológicos" a un mismo ritmo.

Un comportamiento muy extendido en simios es el beso de bienvenida al partner sexual. Está bien documentado que hembras monos corren a besar a sus socios (sí, en la boca) cuando éstos regresan de cazería.
Una hipótesis sugiere que eso les ayudaría a captar rápidamente si la cacería o la recolecta ha sido efectiva o no, "probando" directamente el sabor que la boca del partner trae. Lo mismo al revés, machos regresando de largas andadas pueden saber sin engaño qué y cuánto las hembras han comido.

Y eso es importante - la mayoría de las señales sociales evolucionan para saber o decir "la verdad" - si no, desaparecen.

Y espero que no haya sido una lata demasiado latosa. Besos...

20.9.05

sin letra chica


en la madrugada, la luz no trae una explicación nueva para sus rayos, ni de la sábana que se baja hasta su cintura.
no hay jeroglíficos esperando traducción en el pliegue de las almohadas.
no necesitan buscar nada de eso. en realidad no hay nada debajo, ni detrás, ni mensajes escondidos entre líneas. no cartas de amor en una caja con cinta.
nadie debe decir "hágase la luz!", pues ésta llega sola.
no hay mapas astrales, no oráculos, ni profetas.

"la única luz interna que conozco", dijo él una vez, "es la del refrigerador".
no es necesario abrir de un tajo el vientre de las aves y buscar señales en sus órganos.
los labios dormidos y entreabiertos están ahí sin motivo alguno. están - y que los filósofos se desgañiten los sesos.
nunca han necesitado piedras roseta para tocarse, no han comprado diccionarios para entenderse las manos, ni guías camineras para sus espaldas.

no ha habido sacerdotes que explicaran la santísima trinidad de sus lenguas jugando, ni rabinos que interpreten el salmo de sus galopes.
ella no espera que sabios descubran secretos en las estrellas para vagar por ese valle alrededor de su ombligo.
y él se pierde en la selva de su cabello sin ir a despertar dioses en ciudades perdidas.

es un amor simple como un vaso de agua. es un amor natural como hornear pan - puede hacerse sobre la misma mesa, tal como predica el poeta.
ha sido una negociación sin transacciones.

(imagen - Murat Sayginer, modificaciones - frank h.)

18.9.05

imágenes de un paseo, península Prince Edward


nos fuimos cuatro días a pasear.
la idea era hacer un recorrido por el Prince Edward County (Condado del Príncipe Eduardo, Ontario, Canadá), una península rodeada por la bahía de Quinte. cada noche en un lugar diferente.
anduvimos por Trenton, Belleville, Picton y Wellington, sacándole el jugo a cada salida - muy bien mapeadas - y a cada siesta - muy bien programadas - para que hubiera de todo tipo de entretención, fuera y bajo las sábanas.
y nos vamos a las fotos:

Trenton - ciudad chiquita, conocida como la 'capital mundial del walleye'. le pusieron este nombre ya que es cruzada por el río Trent, y tiene muchos puentes y parquecitos a orillas de la corriente.
el centro, desde el otro lado del río. aquí lo mismo, pero pueden ver mejor el puente. Otro puente, más lejano. tiene un bonito embarcadero, incluida la bencinera para los botes. algo simpático es este puente móvil - aquí está cerrado, permitiendo el paso vehicular, pero cuando se acerca algún barco de bajo calado, la campana y la luz roja detienen el tránsito y el puente gira - paralelo al río - para dejar pasar el barquito (todo el mundo espera muy tranquilo, nadie le echa chuchadas al del barco).
me acordé que a Unsologato le gustan los murales, aquí tiene éste en un restaurante, y éste otro, parte uno, parte dos.

Belleville - como el nombre indica, resultó ser una ciudad bien linda, con gente amable, lindas calles donde cada casa parece pelear con la vecina por tener el jardín mejor cuidado. nos quedamos en el Clarion.
aquí, una calle central, la entrada de la galería de arte, un cacharro chistoso, y un mural, otro mural, un bajo-relieve en piedra negra que recuerda la época ferroviaria, y parques hacia la bahía Quinte, con mucha fauna y flora, hasta con garzas.

Picton - resultó las más 'viva' y veraniega, repleta de gente. en realidad es pueblo grande, más que ciudad chica. pero el Regent Theater, muy a la antigua, tiene hasta un concurrido festival de cine en mitad del verano.
el centro, otra toma del centro, y otra más. se abre directamente a la bahía Picton, y está cerca de Sandbanks (que no alcancé a conocer) y que es un lugar famoso por su buena pesca, principalmente de bass. aquí está Casa Lucía' - arte y artesanía mexicana' en una callecita aledaña.

Wellington - es el típico pueblo de campo veraniego. con una amplia playa, ríos, riachuelos... ví niños pasándola bien en balsas y botes, nadando y pillando lagartijas bajo el sol tórrido. pueblo pintado para veraneo familiar. tiene un solo restaurante! que pasa repleto. el desayuno es gigante, con jarras de café, papas fritas, tres huevos, tocino, jamón, pan recién hecho, mantequilla, mermelada y queso ... creo que por cuatro dólares.

y eso sería todo. nada del otro mundo, pero lo principal es que el coco se despeja de tanto trabajo, preocupaciones diarias, noticias y tele.
un abrazo a toitítos!

14.9.05

de noche y neblina


no le dice que los celos le queman el pecho. ve el brillo rojo, granate, sombrío, fuego, del lápiz labial en sus labios, ve su escote como un tajo en la tierra que muestra dos montañas nevadas.

lejanas, ahora. sin embargo sonríe, bebe, y deja su copa sobre la mesa de cristal.

- ¿y cuándo te vas?, le pregunta, como distraido.
- en tres semanas, dice ella, zarpamos el próximo mes.

abre la cigarrera de plata y saca un Gitanes. él se lo enciende. una pequeña galaxia de humo, que gira en sentido contrario al reloj, se desplaza por unos instantes entre ambos - hasta que ella exhala y la deshace con la misma simplicidad con que le clava a él una daga en el corazón. casi sin darse cuenta.

- debo ir a París a comprar ropa, dice, no se va todos los días a América.
- América, dice él, el país de las maravillas, la tierra donde todos pueden cumplir sus sueños! - sorna en su voz y una sonrisa amarga, turbia, oscura... una sonrisa máscara. por lo tanto, sonríe.

- bueno, dice ella, no será para tanto, pero es un inmenso mercado. Pierre quiere traducir algunas novelas - incluidas dos tuyas - para hacer entrada en New York.
- jé! - incluidas dos tuyas - qué bueno es Pierre! ¿las ha incluido porque las novelas son buenas o porque ella se lo ha pedido? y cómo se ha cobrado Pierre el favor?

una serpiente, quizás un enorme insecto, se retuerce en su interior, baja, le enciende los muslos, le atenaza la espalda. los celos siempre le provocan esa erección incontrolable. quizás sea algo en las cavernas de su mente, imaginándola desnuda en el camarote de un trasatlántico en viaje a New York. viendo su cuerpo blanco que se alza y va hasta la puerta para dejar entrar al hombre que firma con tinta verde.

la sirvienta entra sigilosa, flotando sobre las alfombras persas, como un hada gris y blanca y dispone la mesa, los dos cubiertos, las copas, enciende las velas.

- ¿no sería mejor esperar la primavera?, dice él y su ocurrencia lo sorprende incluso a él mismo, ¿quién viaja a América en invierno?
- no sé, dice ella, Pierre quiere estar allá antes de la Navidad. quiere los libros en las vitrinas para principios de diciembre.
- claro, Pierre quiere...
- además, dice ella, no hay problema alguno con tormentas o mal tiempo, navegamos en el trasatlántico nuevo ese, el que es imposible de hundir.
- el Titanic, dice él.
- sí, ése, dice ella y apaga el Gitanes en un cenicero veneciano.

11.9.05

el último monstruo del último verano

tomó un puñado de arena y lo dejó escurrirse lentamente entre sus dedos.
había oscurecido y la arena estaba fría. por el silencio de la noche el oleaje se escuchaba poderoso, pero no lo era - eran olitas, con crestas de espuma blanca, una tras otra.

"¿crees que nos estén invadiendo?", preguntó.
un hilillo de arena aún caía desde su palma cerrada.
"¿invadiendo?", a veces comenzaba conversaciones así - sobre seres de otro mundo que vivían aquí, semejantes a nosotros, pero diferentes, multiplicándose, apoderándose lentamente del planeta.
eso - o seres de otra dimensión, de algún universo paralelo que vibraba un milisegundo más tarde y por lo tanto no se encontraba con el nuestro, ocupaban el mismo espacio, pero existían en tiempos distintos... hablaba de ese tipo de cosas.

nos habíamos besado la primera vez a principios del verano en la escalera del porche de su casa.
era una noche calurosa y llevaba un vestido abotonado adelante. caminamos desde el cine a su casa bajo un cielo repleto de estrellas, con las manos en los bolsillos y con una vida llena de futuro y promesas.

recuerdo que mientras nuestras bocas se unían y las lenguas mostraban cuán curiosas eran, se escuchaba el canto constante de los grillos. también en aquella ocasión el silencio nocturno hacía que otro ruido común nos pareciera más imponente que durante las horas del día.

esto es un aspecto singular de nuestra relación - recuerdo ruidos.
junto a la blancura de sus pechos y al sabor de su saliva, junto a las conversaciones sobre galaxias y viajes en el tiempo, recuerdo el sonido de las olas, el canto de los grillos, el goteo del paraguas, el filo del cuchillo rasgando la cáscara de la manzana, las tostadas crujiendo entre sus dientes.

los descubrimientos de ese verano pueden enumerarse en - el cuerpo de una mujer - el sexo - el amor - el espacio (y la posibilidad de estar siendo invadidos) y - los silencios (mejor dicho, los silencios con ruido, no sé si me explico bien).

el asunto es que le respondí que no sabía, que si lo estaban haciendo, lo estaban haciendo muy bien pues nadie se había dado cuenta.
"hay una película", dijo, "en que los extraterrestres pueden copiar nuestros cuerpos, después que han copiado a alguien lo queman con la vista. sus ojos lanzan unos rayos poderosísimos que reducen a la víctima a cenizas".
"la vi", dije, 'La Muerte Llega Desde El Cielo', así se llama...", mi mano se posó en su rodilla.
"Sí, esa!", dijo, "Esa misma".

desde alguna parte, la brisa nos traía una canción: "...put your hands on my shoulders...", pero después la brisa se calmaba y la canción desaparecía.

nunca he olvidado esa noche. el verano terminaba, pronto todos volveríamos a nuestras ciudades y colegios, a nuestras vidas.
el mundo nos esperaba impaciente y el verano había sido sólo una burbuja de tiempo, un regalo de esos que apreciamos solamente cuando nos percatamos que ya no los recibiremos nunca más.

de regreso a su casa pasamos por el cine cerrado - cine del pueblo, uno solo, de esos que funcionaban en matiné, vermút y noche y que los domingos en la mañana daban especiales de Tom y Jerry para los niños. esos con lobby, columnas y cortinas rojas.

ella se había puesto mi chaqueta de mezclilla (fue la primera vez en que le ofrecí caballerosamente mi chaqueta a una mujer) y se acurrucó entre mis brazos mientras pasamos ante las puertas cerradas del cine y los letreros apagados.
y otro ruido para el recuerdo - el de nuestras pisadas.

el teatro callado y oscuro, los carteles que mostraban a Steve McQueen y Aneta Corsaut escapando del monstruo rosado que había llegado a la Tierra en un meteorito, el calor de su cuerpo pegado al mío y nuestras pisadas, el eco en las marquesinas, el eco que se perdía en la noche.

en el porche me devolvió la chaqueta y nos besamos con ansias, casi con desesperación - el verano se iba y sabíamos que nunca más habría veranos así.
y nunca más los hubo.

caminé solo de vuelta a mi casa, todavía con el sabor de su boca, silbando "... put your hands on my shoulders ... hold me in your arms ... baby!".

esos veranos se fueron como si hubieran sido un sueño, como si realmente una silenciosa invasión de monstruos espaciales nos hubiera robado el pasado, abandonándonos después, en un planeta frío y desconocido llamado 'vida adulta'.

sólo nos quedan algunas cosas conocidas... el ruido de las olas, la lluvia golpeando el paraguas, los grillos, nuestras pisadas en la noche...

8.9.05

nostalgia interplanetaria


He encontrado esta antigua foto con un grupo de amigos. Qué epoca! - no pude si no compartirla con ustedes.
Viajábamos bastante en esos días, nos dábamos sendos picnics en lugares lejanos y misteriosos. Además, se desarrollaba cierto cachondeo en el grupo, pues había una para tres, me entienden? (okey, dos para seis, para los más rápidos de mente) - y las chicas se hacían de rogar que era un disgusto ... hasta que uno , cansado , les decía, "Bueno, sí o no?" , sólo entonces lanzaban la sonrisa y decían "¿Sabís que más? sí!". Bueno, eso ya era otra cosa.

Willy, que aparece aquí sentado, era el más pasado para la cabina y agárralas todas. Leo, que está parado a su izquierda era un poco robot para sus cosas, pero una bala para los números! por lo tanto encargado extraoficial de dividir las cuentas de hot-dogs y cervezas entre ocho.
El compadre que ven semi-apoyado al lado derecho de Willy era el chupamedias del grupo, sucker profesional! le lustraba las botas al jefe y le sacaba brillo a la pistola de rayos gama que Willy andaba trayendo en nuestros viajes más por siaca que por nada, porque en realidad andábamos en lugares tan extraños en los que no vivían ni piojos que nunca pasó nada en que poder demostrar los poderes destructivos de los rayos gama concentrados.

Finalmente, por lo escuchado, creo que Willy empeñó el arma para pagarle un aborto a la rubia que ven parada detrás y se cuenta (incluso) que el bebito era de rasgos orientales, lo que provocó cierta fricción natural en el grupo , ya que el jefe empezó a mirar con ojos turbios a Chang , el chinito que ven en la esquina derecha superior de la imagen.

Fuera cierto o no lo del revolcón del asiático con Jenny en el Motel Júpiter, la verdad es que ya nunca más fue lo mismo y la serpiente del descrédito y del puñal en la espalda había anidado entre nosotros - por más que Jenny explicara que 'no había sido un puñal y no había sido en la espalda'. Vayan ustedes a saber ...

Okey, sólo quería mostrarles la foto y hacer gárgaras con un poco de nostalgia, un poco no más, no mucha, que dicen que es malo para la próstata y agúa los jugos del cuerpo.

Eso era todo, nos vemos , saludos!

4.9.05

2do regreso y 2da anécdota

nuevo regreso - ahora sí - desde unos días de descanso. anduve patiperreando.
hice un circuito bien interesante, quedándonos cada noche en un lugar diferente.

pero les debo una anécdota del viaje anterior. a principios del verano nos fuimos unos días al norte de Ontario,a Oliphant (en la foto) a una cabaña en medio del bosque y cerca de la playa. campo y tranquilidad. de esos días de vacaciones salió el posteo de alien-bird, por ejemplo.

un día, paseando por los alrededores, por caminos de tierra, vemos en una casa el letrero: "Home eggs".
allá al fondo, hay un tipo trabajando sobre una mesa de carpintería y nos acercamos. efectivamente - venden los huevos que sus gallinas ponen día a día, a la antigua.

le compramos una docena y a la manera típica de aquí, el tipo nos dice 'a la entrada de la casa está la caja, pongan el dinero allí mientras yo les traigo los huevos' (la confianza ... un estilo de relaciones humanas que, me imagino, va desapareciendo rápidamente del mundo, pero que aquí aún existe y que, ojalá, se demore en desaparecer).

voy hasta la casa (que detenta un "timbre" sin igual), miro hacia el fondo de esta pequeña granja y no puedo creer lo que ven mis ojos. converso con el granjero (que resultó ser John) y lo confirmo. llamo a mi mujer: '¿quieres ver algo lindo? ven!' - John, puedo sacarles algunas fotos?'
'por supuesto - me dice John - pero están muy lejos, las llamaré!'

sale y da un silbido.
como una estampida, todas corren y lo rodean, chicas y grandes. llamas! sí, llamas sudamericanas!
varias parejas han tenido crías hace poco y John nos advierte que pueden ser bastante agresivas si alguien se acerca a las pequeñas. pero las fotografiamos a gusto! lo encuentro increíble - encontrarme con estos típicos camélidos (son primos del camello) altiplánicos aquí al norte de Canadá, en la mismísima Península Bruce.

aparte de usar su lana en artesanía, las usan para defender el ganado ovino. las mezclan con las manadas de ovejas de manera que ovejitas y llamitas crezcan juntas - los padres llamas cuidan así la manada completa... mejor que los perros - zorros y lobos del norte no se atreven con las altas y peleadoras llamas!

la conversación se alarga y la mujer de John nos muestra la granja completa (es de esas que llaman ahora 'orgánicas'), fuera de huevos, producen quesos, choclos, papas, tomates... él es el granjero y ella hace artesanía, principalmente cerámicas. gente simple y hermosa.

los dejamos, nos vamos con nuestra docena de 'huevos de gallina' y con una sensación alegre. no se por qué. fué como haber descubierto un tesoro escondido.